Se trata de un híbrido entre naranja amarga y limón, que se cosecha de noviembre a febrero, cuando su color pasa de verde a amarillo. En su cáscara se encuentra el aceite esencial tan codiciado por los perfumistas.
De un olor refrescante y cítrico, a medio camino entre el de la naranja amarga y el limón, la bergamota posee en sus notas volátiles un punto floral que evoca aromas especiados y únicos.